Reseña: Sephora by OPI en Teal We Meet Again

El mar se había teñido de dudas. El bote iba a la deriva, llevando a cuestas nuestro infortunio. La corriente coqueteaba con nosotros, acercándonos y alejándonos de esa silueta de un verde imposible que se recortaba en el horizonte.

De Náufragos

Bienvenidos a la Semana Aniversariosa de este humilde blog. Empezamos a lo grande con la reseña de unos de los colores más lindos que hay sobre la faz de la tierra.

– ¿No estás exagerando?

– Siempre exagero.

– Ah, tá bien. Seguí nomás.

Este esmalte llegó con otros cinco en un set edición limitada que mi benemérita hermana supo regalarme la pasada Navidad (gracias, sis). Teal We Meet Again, sin embargo, forma parte de la colección permanente de Sephora by OPI, disponible en las tiendas del mismo nombre y, buscando con un poco más de ganas, en recónditos sitios de Internet. O sea, desde aquí se complica, pero no es imposible. Y menos si algún amigo o familiar viaja allá al Norte, caso en el cual una escribe prolijamente una lista y anota este esmalte entre la BADGal de Benefit y el Deep Throat de NARS.

Este esmalte es como el hermano azulado del Ocean Breeze de Revlon. Al ser más oscuro es ligeramente más discreto. Para las tímidas, sobre los dedos de los pies queda una barbaridad, entendiéndose como una barbaridad algo positivo. Esto es válido para todo el año, porque sobre la piel pálida hace un bello contraste y complementa un buen bronceado como los dioses (griegos o romanos, según la preferencia de cada una). En las fotos sale mucho más azul de lo que es, créanme que vira más al verde.

La aplicación es muy buena. La fórmula tiene la consistencia correcta para deslizarse sobre la uña sin ánimos de conquista cutánea. El pincel es firme y flexible a la vez y da buen control. Dos capas son más que suficientes para conseguir un color sólido. El acabado es metalizado pero no encandila. La duración es muy buena, unos seis días sin más señales que, sí, esa leve mordida en las puntas de las uñas.

Resumiendo: si tenés la oportunidad de ponerle las manos encima o, mejor dicho, ponerlo encima de tus uñas, hacelo. Es divino.