Reseña: Rimmel London en Be Bold

Mi estado deudor en este blog es terrorífico. Hoy saldo una de esas deudas, la más reciente: el labial que me vino en la fancybox.

Si la memoria no me falla (cosa que es probable y recurrente), nunca tuve un labial de Rimmel London. Es más, no es una marca que frecuente en términos generales. Por eso me pareció interesante probar este producto, ver qué onda y compartir mis sensaciones con ustedes.

Si vienen siguiendo este blog hace un tiempito, saben que a) los labiales no son lo que más me conmueve en el mundo del maquillaje y b) prefiero los neutrales. Entonces Be Bold y yo no nacimos el uno para el otro, pero aquí estamos, tratando de hacernos amigos. Por ahora vamos bien.

El envase es rosa metalizado chillón con un detalle en dorado. In your face. Le voy a dar un punto por ser fácil de encontrar en la cartera, pero nada más. Prefiero el packaging discreto y adulto. Tiene un levísimo perfume a cosmético vintage (ojo, no quiere decir que huela a viejo o pasado, nada que ver).

El color es un tanto complicado de describir. Porque es rojo pero no. El acabado es difícil de describir. Porque es mate pero no. La textura es un parto para describir. Porque es seca pero no. O sea que es un labial que tiene ganas de ser rojo, mate y medio secote, pero no. Sobre los labios (al menos sobre los míos) vira un poco al rosa, no es totalmente mate y la textura es un placer. Al no ser la cremosidad, la aplicación puede ser un poco más precisa aún directamente desde la barra, cosa apreciable al tratarse de un color tan estridente y de un pulso tan deplorable como el mío.

Será por esta textura, que se adhiere obstinadamente a los labios, que dura puesto un poco más que lo normal. Sí hay transferencia, pero no mucha, a tazas, bombillas de mate y maridos desprevenidos.

Resumiendo: lo veo lindo para el verano, mejor todavía si me bronceo (cosa altamente improbable porque, como ya se estableció en otras ocasiones, odio el sol). A pesar de ser un color medio complicado, que sea casi mate lo hace muy ponible. La duración es un plus imposible de ignorar. Yo que vos voy y pispeo en vivo qué onda.